La mecánica es simple (solo tienes que presionar en la pantalla para saltar), pero no por ello menos complicado: corre rápido o la pantalla te comerá. Recoge todas las llaves porque te vendrán muy bien para ir atravesando las diferentes cajas. Ten cuidado con todos los enemigos, pues su misión será intentar a toda costa que no completes el nivel. Cuando agotes las vidas, que las agotarás, elige bien la carta. Y es que, si te equivocas y te sale La Muerte, deberás superar su nivel para resucitar.
Eso sí, avisamos de que puede que hayamos creado el juego más difícil del mundo, así que ¿te animas a comprobarlo?